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miércoles, 28 de octubre de 2009

Halloween


Mi novio y yo acostumbrábamos a discutir, pero esta vez era diferente...puse término a la relación. Luego de ello me fui a mi casa a disfrutar de la soledad, no sólo porque ya no estaría con él, sino porque literalmente no había nadie en casa.
Entonces disfrutaba yo de este nuevo y agradable silencio cuando de pronto comienza a sonar el timbre de mi casa y no sólo eso, también escuché golpes y gritos, a hurtadillas miré por una de las ventanas y escuché atentamente...era mi amiga. Salí corriendo y un tanto asustada al oirla llamar así a mi puerta. Al abrirle, se lanza sobre mi tomándome por los hombros, abrazándome y dando chillidos de alegría entremezclados con mil preguntas.
Cuando logré zafarme de ella y hacerla entrar a la casa...y en razón, me vine a enterar que mi "ex" había ido a su casa a buscarme, rogándole que no me negara, que él sabía que yo estaba ahí y, cuando finalmente o aparentemente consiguió hacerlo entender que yo no estaba allí, él con voz temblorosa le rogó que me diera un mensaje: "dile a Golondrina que me perdone"...
En ese instante a mi amiga se le vino el cielo y el infierno, todo encima, las mejores y peores películas, teleseries y noticias pasaron por su mente. Agarró a mi "ex" de la ropa, lo tironeó, lo abofeteó...todo pidiendo explicaciones y enviándolo al quinto infierno al no obtener respuesta alguna.
Después entró a su casa para tomar un poco de aire y pensar con la cabeza más fría...la verdad es que no alcanzó ni a sentarse cuando partió de una a mi casa para saber si estaba viva, muerta o herida.
Luego de su relato me largué a reír mientras, entre risas le explicaba lo sucedido finalizando con un "menos mal que lo hice". Apenas terminamos de charlar sonó nuevamente el timbre, otra vez de manera insistente, con golpes en la puerta y gritos. Guardamos inmediatamente silencio y nos miramos fijamente...los llamados siguieron, pero ahora los oíamos más cerca...sabíamos que era él. Instintivamente corrimos y buscamos algún lugar para ocultarnos, ya que él había entrado saltando la reja y para peor la puerta de la casa era de servicio.
Entró a la casa, me llamaba en forma insistente y al no recibir respuesta comenzó a buscar por el interior, pasaron algunos segundos parecidos a horas, hasta que encontró a mi amiga, estaba se ocultaba detrás de una puerta y cuando éste la abrió, ella no halló nada mejor que decirle "Hola, Golondrina está en la pieza de sus padres".
En fracción de segundos llegó allí, justo cuando yo abría la puerta del closet de mis padres, lo miré diciéndole "vete de una vez"...y se marchó.
Ya solas otra vez, nos miramos y nos largamos a reír...este había sido nuestro propio Halloween.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, todas alguna vez hemos, bueno creo que todas,tenido un encuentro con el otro mundo, ya que esos tipos sì que son extraterrestres o simplemente locos, para ser màs exactas.

Anónimo dijo...

Que miedo...me imagino que definitivamente terminaste con èl????