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jueves, 25 de febrero de 2010

Historia 3

Dinosaurio y chinita se subieron rápidamente al auto, huían de la argolla asesina, quien ya había aniquilado a don espejo por querer imitarla, su muerte fue cruel: le arrojó una llave por la espalda, don espejo cayó de rodillas y se rompió en mil pedazos, según lo relatado por un testigo, el señor dominó, quien justo pasaba por el lugar. La argolla asesina deseaba recuperar su escobilla negra con la que limpiaba día a día cada uno de sus pliegues, pero la banda de los Juguetelais, a la que pertenecían dinosaurio y chinita, se la habían robado, ignorando completamente el grave error que habían cometido.