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sábado, 18 de abril de 2009

La menstruación

¡Qué rico! ¿Es esa a caso la alegre y típica expresión de una mujer en aquellos días? pues lo dudo, a menos que crea estar embarazada y obviamente no lo desea.
Porque una fémina en su sano juicio dudo que se sienta muy feliz, más aún cuando te duele todo y aquellos que te rodean te molestan y sólo deseas estar muy lejos, en una isla tan solitaria que ni siquiera cuente con palmeras.
Es cosa también de recordar esos característicos comentarios que recaen sobre ti justo cuando tu mente había logrado sobrepasar la barrera del dolor:
- ¡uuuh, qué pálida estás!
- ¿te duele algo?
O alguno de esos comentarios soeces cuando no hablas, no haces, ni actúas como los demás desean:
- No, déjala anda con la regla - esto es casi como “no te preocupes está loca, está enferma
pero no es contagioso”…creo que definitivamente prefieren estar cerca de un borracho odioso a estar junto a una dama en su periodo menstrual. No es que yo odie esta etapa…es sólo que prefiero no hablar de ella.
Aunque sí debería hacerlo, ya que me serviría para liberar todas aquellas energías negativas que de ella se desencadenan, por ejemplo decir lo desagradable que es tenerla en el verano o cuando tu trabajo queda tan cerca de tu casa que vas en bicicleta y andas con ella. Cuando estás lista para tu paseo de fin de año y…te llega, peor aún, cuando tienes listos los preparativos para una noche romántica y…te llega o cuando tienes listas tus maletas, pasajes, felices vacaciones y…te llega.
Ni hablar cuando llega esa amiga buena honda que te señala que no te debes preocupar, que para eso ahora existen los tampones ¡admiro a aquellas que los pueden usar! Cómo lo hacen, que separa las piernas, que dobla un poco las rodillas, que respira profundo o mejor no respires, que mételo con cuidado, que hazlo rápido, ¡qué terrible!
Pero obviamente me alegro porque los tiempos han cambiado, no como cuando nuestras madres, abuelas y bisabuelas eran jóvenes; ellas no se podían bañar, pues según los expertos de la época se enfermaban. Usaban pañitos, que claro, como no estaban adheridos a su ropa interior era bastante probable que se corrieran y les quedara la escoba, es decir quedaran todas manchadas con sangre y lo peor, había que lavarlos.
Por suerte en mi periodo más fatal, cuando aún no sabía que las pastillas anticonceptivas no sólo servían para no tener hijos, sino que también te ayudaban a regular tu menstruación y hacer desaparecer el dolor. Estuve cerca de una muy buena amiga, con ella nos burlábamos de esta pesadilla, le sacábamos la lengua al dolor y reíamos a carcajadas.
Dicen por ahí que es muy común que en lugares donde hay varias mujeres, éstas terminen teniendo la menstruación en la misma fecha; no sé si es verdad, hasta hoy no lo he podido comprobar, pero nosotras comúnmente coincidíamos en la fecha y si no, pues nos daba lo mismo. Entonces nos juntábamos en mi casa para realizar un secreto del tiempo de nuestras abuelitas, era muy simple y sencillo, bastaba con tener cerca unos vasos y una botella de licor de manzanilla, este licor superaba con creces a las agüitas de manzanilla tradicional. Nos servíamos un vaso para cada una y a la salud de nuestra querida menstruación lo bebíamos disfrutando su exquisito sabor.
Así el malestar y el dolor pasaban a segundo plano, ya que cada trago estaba acompañado de una larga y entretenida conversación. Se los recomiendo.

(Registro de propiedad intelectual n°177787)

6 comentarios:

alma dijo...

hola! lo de la alineación de la regla es verdad!! a mi y a mis amigas nos viene a todas juntas..y ahí sii que nadie se acerque porque el cambio de humor se siente en el aire que se vuelve algo tenso.. inflamable diría yo..
ahora lo del licor de manzanilla..prometo probarlo y despues te cuento!
saludos golondrina! (bonito nombre de blog)

Raúl dijo...

Gracias por tu visita.
Un saludo.

Anónimo dijo...

que puedo decir no sufro de este mal asi que ni aguita de mansanilla he tenido que tomar la pregunta del millon sera cuestion de raza?
sin menos cabar a nadie jajajajaja

Anónimo dijo...

Creo que mas que luchar con nuestro periodo debemos entrar en acuerdos con el y ver que no esta en contra nuestra sino en favor de aquello que nos trae tantas dichas y desdicha nuestros hijos. He llegado agradecer que puedo menstruar cuando se de aquellas que aun haciendolo no pueden procrear.
solo eso llenemonos de buena onda
el planeta lo necesita

Anónimo dijo...

ays! dichosa menstruación, no queremos estar con ella... pero si no viniera! uff!! jejeje!!

Muchas gracias por pasarte por mi blog!

un beso enorme!!

Isis dijo...

Jajajaja...qui wena la historia!...la verdad es que tampoco me he dado cuenta de eso de la alineación,pero en fin...
creo que es una buena historia.
Hay algo que es muy cierto, eso de que cuando andas indispuesta los demas, sobre todo los hombres, dicen que por eso andas mal genio o pesada....como si el resto de los dias no fuera igual XD!!!!.