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viernes, 6 de febrero de 2009

El amor está en todas partes

Entré como de costumbre a tomar mi baño diario. Di el agua, arreglé la cortina y me metí bajo el chorro de agua. Estaba en eso cuando la cortina empezó a acercarse a mí, la corrí y cada vez se me pegaba más y más. La agarré con ambas manos, la tironeé y le eché un par de rosarios al más puro estilo chileno. De pronto, todo fue uno, resbalé casi como para caerme en la tina…ahí comprendí, entendí todo, absolutamente todo.
Entonces me terminé de bañar en silencio, totalmente callada, tomé la toalla y salí del baño. Luego de vestirme, salí a caminar, comprendí que debía meditar lo ocurrido…sí, la tina y la cortina tenían un romance, pero ¡cómo! Si ambas eran eso, pertenecen al rango femenino o es que entre los objetos son todos asexuados y al fin y al cabo qué me importaba, quién era yo, quién soy yo para lanzar la primera piedra…así seguí razonando durante mi larga caminata. Al llegar a casa entré directamente al baño, me senté en la taza, pidiéndole las respectivas disculpas y les expresé, a cortina y tina, mi máxima comprensión, no me respondieron nada, todo estaba en absoluto silencio, ni siquiera el eco quiso hacer resonar mis palabras para que quedaran un instante dándole mayor solemnidad a este reencuentro, yo y mi baño.
En fin, el tiempo ha pasado, la cortina no se ha vuelto a pegar en mi cuerpo, ni la tina me ha provocado algún tipo de resbalón…pero aún tengo la misma duda que en un principio… ¿cómo mierda lo hacen?

(Registro de propiedad intelectual n°177787)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja ja está bueno este

Saludos

Anónimo dijo...

y siguen las historias de amor
que lindo, cómo saber, dónde y cuándo encontrarás tu amor?
el amor es inimaginable

lindo
xau Mary

Naufrago dijo...

Leer esa pequeña historia ha sido un auténtico placer, es más, este blog se ha ganado un sitio en "sitios de interés". Para más información cartasdesdelaisla.blogspot.com
Un saludo desde Cartas desde la Isla