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martes, 22 de febrero de 2011

Comida casera


Tengo un novio, o algo así, salimos hace algún tiempo, nada muy formal. Comúnmente recorremos sitios fuera de la ciudad, pues andamos a escondidas. Ninguno de los dos es casado ni nada de eso, pero preferimos que nadie de nuestro círculo cercano se enteré, no sé porqué, pero así se han dado las cosas.
Uno de los lugares que hemos visitado con frecuencia ha sido un local de comida casera. Cada vez que vamos lo pasamos excelente y la comida es exquisita.
Hace un mes, estando sola en casa, me entretuve viendo televisión. Estaban dando un programa sobre comida típica. Estaba muy concentrada en ello cuando de pronto veo a una mujer similar a mí, con una amplia sonrisa, comiendo unas ricas empanadas de mariscos… ¡era mi rostro el que ocupaba toda la pantalla del televisor!
La cámara siguió recorriendo el local y sus ricas preparaciones, para finalmente posarse sobre una de las tantas parejas que se encontraban en el lugar. Era yo otra vez y junto a mí un joven que tomaba mi mano y me sonreía. He aquí que mi secreto dejaba de ser secreto – pensé mientras escuchaba el incesante timbre del teléfono de mi casa, al que luego se sumó mi celular y el insistente clic de los mensajes de texto que entraban, todo en el mismo instante. Por lo visto no era la única que veía el programa en ese momento.
El resto de la tarde la pasé revisando que en algún momento la llamada entrante fuera la de él, pero ningún número coincidía. A lo mejor él estaba igual que yo. Y de salir a la calle, ni hablar.
Así pasaron varios días, quizás semanas, la verdad es que no recuerdo con exactitud cuánto tiempo pasó. Sólo sé que un grupo de personas vestidas de blanco, cocineros supongo, entraron a mi casa forzando la puerta de entrada e invitándome a ser entrevistada.
Creo que me volví famosa, pues al salir de casa sentí el resplandor de las luces y los flashes sobre mí. Para pasar inadvertida por la ciudad me llevaron al canal de tv en una ambulancia.
Una vez en el set vi que el conductor del programa llevaba también delantal blanco, por lo que asumí que era un programa sobre comida, pero estaba más interesado por mi niñez que en las recetas, fabulosas por lo demás, que yo dominaba a la perfección. En un momento pregunté por mi novio, después de todo él también había sido enfocado por las cámaras, la mirada del periodista me pareció extraña y luego de un instante vi todo borroso…”este debía ser uno de esos típicos programas de farándula” fue lo último que recuerdo haber pensado.
Al siguiente día continuó la entrevista, pero al ver que yo no me sentía en condiciones de hablar, me pidió que le relatara en forma escrita lo sucedido, por eso aún estoy aquí; mi cuarto de paredes blancas y blandas me parece cómodo. Cada mañana me maquillan para mi próxima entrevista y en las tardes escribo tratando de recordar lo sucedido, pero sólo logro llenar el cuaderno que me dieron con algunas recetas caseras que aprendí de mi abuela. En ocasiones dejan pasar a algunos de mis admiradores, ellos traen las fotografías que lograron tomarme en algún momento, en ellas aparezco sola o con ellos, yo las tomo, las observo un rato y luego se las autografío. Se van un tanto tristes, pues no logro recordarlos, pero es tanta la gente que me visita que el recordar a cada fans me resulta imposible.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Si alguien no ha leido el relato, que deje de leer este comentario a partir de la señal:

----------- SPOILER -----------

Llevo un buen rato devanándome los sesos sobre el momento exacto en el que te volviste loca (en la historia... que yo sepa. Me referiré a tí como a la protagonista de la historia), pero creo que me pierdo en algún punto.
Una de las cosas que se me han pasado por la cabeza es que la primera parte de la historia es producto de tu mente, puede que por algún hecho traumático como la muerte de una pareja.
Aunque también se me ocurre que podría ser que el principio fuera "real", y lo del programa también, pero lo que en realidad captaron las cámaras fue otra cosa, como a tí hablando sola, o tú como protagonista de algún hecho escabroso (teniendo en cuenta tu relato anterior, no se me hace muy desencaminada esta teoría, pero sigo prefiriendo la primera).
En fin, tendrás que hacer una serie de pistas en plan Mulholland Drive. De todas formas, felicidades por la historia, es el mejor relato surrealista que he leido en mi vida.

--------- FIN DEL SPOILER --------

Llevo un tiempo siguiendo tu blog, y hace poco que me he hecho uno, y me uno a tu lista de seguidores. Si quieres pasar por mi blog, estás en tu casa. No hace falta ni que te limpies los zapatos.

diariodependiente.blogspot.com

Un saludo.

Anónimo dijo...

un poco de locura un poco de cordura cuando es el momento que perdemos el sentido de realidad queriendo guardar un secreto que descubrimos es a voces chaaa la media vola